Deltafina comprará 12.900 toneladas de tabaco extremeño

La firma contó con el apoyo del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que recibió a ambas partes en su despacho, donde se ha sellado el acuerdo.

Manzanero destacó que llevaban siete años trabajando con Deltafina con un sistema de integración «bastante novedoso».

Dado el esfuerzo que los cultivadores están haciendo para mejorar la calidad del producto y e incorporar buenas prácticas medioambientales en la producción, han querido mandar una «señal positiva» a los agricultores, explicó.

El objetivo era, como indicó también el presidente de la empresa italiana, Domenico Cardinali, y la consejera del ramo, Begoña García, dar tranquilidad y estabilidad a los cultivadores.

Quizá no hacía falta la firma un documento, porque la relación entre ambas partes está consolidada, según precisó Manzanero, pero se trataba de mandar una «señal al mercado, a los agricultores y a todo el sector del tabaco».

El acuerdo es por encima de la cantidad contratada en 2016, que no llegó a los 4.000 tn, ha apuntado.

Será a razón de 4.300 toneladas anuales, que incluirán como novedad una pequeña cantidad de Burley, ya que ha advertido de que el tabaco negro tiene dificultades en el mercado y su producción se reduce cada año. Cardinali, por su parte, destacó la implicación con el cultivo del tabaco de Fernández Vara, al que conoce desde hace 15 años.

El presidente de Deltafina SRL recordó que operan en España desde hace más de 30 años y valoró la calidad del tabaco de la cooperativa extremeña y su profesionalidad, un «valor añadido», a su juicio, para el tabaco de España y de Europa.

Este acuerdo, en su opinión, es la «enésima demostración de que su empresa quiere seguir haciendo cosas serias en el sector del tabaco».

En este sentido, el presidente de Deltafina, una transformadora que vende a las empresas fabricantes de los cigarrillos, como Philip Morris, recordó que hace unas semanas se dio un importante paso con la formación de la Interprofesional Europea.

Cardinali asegura, además, que el tabaco necesita de apoyo político por la reglamentación.

La cooperativa extremeña está formada por unos 300 socios y el resto de su producción, unas 1.600 toneladas, se las vende a la empresa pública española Cetarsa.