«Cetarsa ha sido y es crucial en la estabilidad del sector tabaquero»

Luis Miguel Pérez lleva décadas trabajando como administrativo en la sociedad agraria de transformación (SAT) Asociaciones Agrupadas Tab, con sede en Talayuela. Charlamos con este jarandillano de 61 años, gran conocedor del sector tabaquero y uno de los trabajadores en activo que más años lleva vinculado al sector.

Naciendo en Jarandilla, estaría vinculado al sector del tabaco desde bien joven...

Aunque mi padre era carnicero, el cultivo del tabaco era una ayuda muy importante para la economía de la casa. La explotación familiar era pequeña, pero me tocó ayudar en todas las labores. De hecho, yo he sido cultivador de tabaco hasta hace unos años.

¿A qué edad comenzó a trabajar en Asociaciones Agrupadas Tab?

Empecé con 19 años, en la que entonces se llamaba Asociación Provincial de Cultivadores de Tabaco de Cáceres. Al principio me tocó hacer un poco de todo, rellenar las guías para el transporte del tabaco con su correspondiente póliza, dar las cartas de pago, que era una por partida y que una vez firmada por el titular era como un cheque al portador, estar en la báscula para controlar los pesos de los bultos, etcétera.

¿En qué consiste su labor profesional ahora?

Está centrada en atender todas las necesidades que tienen los tabaqueros para realizar el cultivo, asesorarlos en temas de solicitud y tramitación de la PAC, realizar un seguimiento de las entregas de tabaco y muchos otros temas. Además, la asociación concentra la producción de todos los socios y la vende a las empresas de primera transformación. La asociación es el mayor proveedor de Cetarsa. También tenemos un almacén para la venta y distribución de abonos, fitosanitarios, material de ferretería y agrícola y desde hace cinco años una gasolinera para nuestros agricultores.

¿Cómo ha evolucionado el sector del tabaco?

Creo que es el cultivo que más ha evolucionado en estos años. Antes se hacía todo manualmente y con ayuda de animales y ahora ha pasado a ser un cultivo muy mecanizado, aunque sigue generando mucha mano de obra. Los cultivadores de tabaco se han tenido que ir adaptando a lo que las empresas transformadoras les demandan.

Siempre hablamos del futuro del sector, de la importancia que tiene para la zona. ¿Cómo lo ve usted?

El cultivo de tabaco es importantísimo, ya que aumenta y fija población por la cantidad de mano de obra que necesita. Hay muchas empresas que directa o indirectamente están ligadas a este cultivo, por lo que desde aquí hago un llamamiento a todos los alcaldes de las zonas tabaqueras, independientemente del signo político, organizaciones agrarias, cooperativas, empresas transformadoras y Gobierno de Extremadura para que luchen unidos en la defensa de este cultivo del que tantas familias viven directa o indirectamente y por el que muchos jóvenes han apostado e hipotecado su futuro, en vez de emigrar a otras zonas de España, evitando así dejar esta tierra, que está necesitada de tener población.

Ante esta situación, ¿qué importancia tiene la existencia de una empresa pública como Cetarsa?

Personalmente creo que Cetarsa ha sido y es crucial en la estabilidad y el mantenimiento del cultivo de tabaco, sin ella este cultivo habría desaparecido o por lo menos no se mantendrían las cantidades que se cultivan ahora. También son muy importantes las empresas privadas Deltafina y Mella como en su día lo fueron Taes, World-Wide y Agroexpansión, ya desaparecidas.