Borrar
Carmen Alonso entre dos surcos de su plantación de tabaco LMMG
«Uno de los grandes problemas del sector tabaquero actual son los agricultores de salón»
AGRICULTURA

«Uno de los grandes problemas del sector tabaquero actual son los agricultores de salón»

CARMEN ALONSO CHICO CULTIVADORA DE TABACO ·

Agricultora por tradición familiar, ve muy oscuro el futuro del sector tabaquero, agravado por la covid-19 y las últimas tormentas

Viernes, 25 de septiembre 2020, 13:32

Ha vivido desde pequeña en su familia la dedicación al tabaco. De ahí el orgullo que destilan sus palabras al afirmar rotundamente que siempre tuvo claro que quería dedicarse al campo esta vecina de Rosalejo.

Desde aquellas primeras labores en la explotación que su familia tenía han transcurrido ya unos 40 años. Carmen Alonso Chico, natural de Barquilla de Pinares y en la actualidad agricultora de una finca de tabaco en Las Lomas del Medio cuenta con una producción de 110.000 kilos de tabaco y muestra abiertamente su opinión respecto al futuro del sector tabaquero.

¿Cómo han cambiado las labores en estos años que lleva ligada al cultivo del tabaco?

La escasez de mano de obra nos ha obligado a ir mecanizándonos cada vez más, creo que ha sido el cambio más significativo. La mecanización se ha implantado en todos los procesos de producción pero donde ha tenido más importancia ha sido en la recolección y el cambio de los secaderos a biomasa para intentar abaratar costes. También ha significado una fuerte inversión como apuesta de futuro.

¿Cómo ve la situación actual del sector del tabaco?

Lo veo muy mal. Cuando los costes de producción son más elevados que lo que te pagan pues te puedes imaginar. Así poco futuro tenemos.

La mayor parte del tabaco que compramos en los estancos es tabaco que viene de fuera. Con el tabaco que cultivamos en España no llegamos a cubrir la demanda nacional. El tabaco tiene mucho margen en los impuestos y el Estado podría equilibrar un poco la balanza. Sólo pedimos cubrir costes y que nos quede un pequeño beneficio.

Por otro lado, también quieren recortar las ayudas. Ayudas que utilizamos para meterlas en el cultivo porque si no, no seríamos capaces de producir un kilo de tabaco. Es un sector duro y para nada seguro en lo que asegurarse unos ingresos se refiere.

¿Qué opinión tiene de las alternativas que se plantean para el cultivo del tabaco?

Todavía no he visto un cultivo como alternativa clara. Ahora están muy de moda el tema de los frutos secos como almendros y pistachos. Si todos nos fuésemos a este tipo de cultivos, creo que sería otro 'boom inmobiliario'. Es un producto que viene más barato de otros países y que cada vez está más expandido en España. Nos están vendiendo la moto de que hay mucha demanda pero llegará el momento que los precios no sean competitivos.

No veo alternativas en este momento, es más no nos haría falta porque tenemos el cultivo que tenemos, es un cultivo que no está muy extendido y se vende. Si tan malo es el tabaco el Gobierno debería cerrar los estancos, sería una gran excusa para que nosotros desaparezcamos. Pero mientras España siga vendiendo tabaco y llevándose tanto en impuestos, ¿por qué no podemos vender nuestro producto en unas condiciones más justas para todos?. Es algo que no entendemos. No queremos que nos paguen el tabaco a precio de oro, queremos que nos paguen los costes y que tengamos un margen de beneficios.

¿Cree que va a desaparecer gente del sector tabaquero?

Cien por cien seguro. Yo llevo toda la vida como agricultora y en los últimos años he visto incorporarse muy pocos agricultores jóvenes. En estas condiciones es que no pueden. No te puedes incorporar a un cultivo que te paguen por debajo del precio coste. Vas a durar un año, al segundo como la producción vaya mal estás fuera. Entre los que no pueden más y los que se van jubilando, cada vez somos menos.

También está la problemática de que el sector tabaquero tiende a agruparse en fincas grandes. Yo que he sido tabaquera desde que nací, mi suegro tenía 20.000 kilos de tabaco y fue capaz de criar a una familia con cuatro hijos. Hoy día no puedes hacer eso.

Por otro lado, y creo que son uno de los grandes problemas, son los 'agricultores de sofá' que son los agricultores que tienen tierras y no las cultivan cobrando las ayudas y que en la anterior reforma se decía que iban a desaparecer y no se ha cumplido. Ellos se quedan la subvención sin invertir ni un euro y nosotros tenemos que seguir invirtiéndola en el circuito de gastos para poder salir adelante. Lo peor que veo en este aspecto es que estos agricultores tienen unas tierras a las que llamamos 'hectáreas contaminadas' por cobrar la subvención sin tener cultivo, y ya son muchos años. Nos están colapsando las zonas de cultivo ya que tenemos que declarar cierto número de hectáreas y ya no hay tierras nuevas que poder declarar con derechos de cultivo. Esto hace que el precio de los terrenos se encarezcan tanto en alquiler como en compra para los agricultores que estamos en activo.

¿Cómo ha afectado el Covid-19 a la campaña?

La campaña ha sido muy difícil. Lo poco que se nos escuchaba en las protestas que realizamos a principios de año quedaron paralizadas por el covid, frenó las movilizaciones y una buena oportunidad para hacernos escuchar. Los meses de confinamiento lo hemos pasado bastante mal, como mucha gente. En nuestro caso, en ese momento iniciábamos la campaña, los proveedores se retrasaban y costaba encontrar mano de obra. Imagino que por miedo a contagiarse.

También tuvimos momentos de incertidumbre antes de comenzar la campaña porque teníamos que formar un equipo de trabajo y no sabíamos cómo enfocar el trabajo para cumplir con las medidas sanitarias que nos han exigido en todo momento. Con el tiempo todo eso se ha ido aclarando; manteniendo las distancias de seguridad y utilizando mascarillas y geles. Ha sido y está siendo una pesadilla trabajar con mascarilla con las altas temperaturas que hemos tenido este verano.

¿Cómo han afectado las últimas lluvias a su finca?

Ha sido un nuevo revés a sumar. Las tormentas han afectado a parte de la finca y veremos reducido notablemente el número de kilos que tenemos que cosechar. Ahora esperamos que venga la aseguradora y nos haga una tasación justa. Por la experiencia que tenemos de otros años no somos muy optimistas, no queremos más de lo que hay pero sí que sea justa para poder salvar la campaña.

En cuanto al trabajo, llevamos unas semanas de atasques con las máquinas y eso y eso influye en que se va tiempo y dinero en averías y en tabaco perdido. En la finca somos siete personas trabajando y aunque mantendremos esos puestos es una realidad que la campaña este año será entre 15 y 20 días más corta y eso también lo notarán los trabajadores.

¿Qué dice el cultivador de a pie de todo lo que ha sucedido esta campaña?

Los comentarios generales van relacionados con que es una campaña atípica. Como en cada trabajo, tenemos miedo de que cualquier miembro del equipo se contagie. Tanto por la salud como porque sería un verdadero desastre parar la recolección 10 ó 15 días, no podemos parar. Este cultivo tiene una cosecha que hay que cogerlo en los tres meses que dura la recogida. O lo recogemos o se pierde. Esta campaña nos está enseñando mucho, pero nos vamos defendiendo como podemos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Uno de los grandes problemas del sector tabaquero actual son los agricultores de salón»