Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a los Puestos de Casatejada y Navalmoral, localizaron en un área de servicio de servicio de la Autovía de Extremadura a dos personas que llevaban en el interior de un vehículo un gallo gravemente herido, tras haber participado en una pelea de gallos, siendo detenidos por un delito de maltrato animal.
Según ha dado a conocer la propia Guardia Civil, fruto de las diferentes inspecciones de vehículos y pasajeros que se llevan a cabo en las áreas de servicio de las principales vías de comunicación de la provincia, durante la madrugada del domingo, en un área de servicio de la A-V, en el término municipal, los agentes identificaron a los dos ocupantes de un vehículo, los cuales levantaron sospechas por su forma de actuar al observar la presencia de los mismos.
Tras la identificación de ambos, varones de 24 y 35 años, vecinos de Madrid, se observó como en la parte trasera del vehículo llevaban un cajón tapado con telas, pudiendo comprobar que en el mismo había un gallo, con graves heridas en la cabeza. Los dos ocupantes en ningún momento indicaron el lugar de donde procedían, si bien confirmaron que habían estado en una pelea de gallos, donde el animal había participado y le habían ocasionado múltiples heridas.
De forma inmediata, se realizaron las gestiones oportunas para la intervención y posterior traslado del animal hasta un Centro de Recuperación, donde ha quedado depositado para recibir el tratamiento y curas adecuadas a las lesiones que presentaba.
Los ocupantes del vehículo, fueron detenidos y puestos a disposición de la Autoridad Judicial como supuestos autores de un delito de maltrato animal, con la agravante de la participación de un gallo en una pelea, hecho que puede conllevar penas de prisión.
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Perseguidas por el Código Penal
Asimismo se recuerda que las peleas de gallos están prohibidas, perseguidas y penadas por el vigente Código Penal, siendo un delito de maltrato animal con la agravante de exponer al animal a recibir múltiples heridas y finalmente la muerte.
«Y es que en la mayoría de las peleas clandestinas en las que suelen mediar apuestas el combate suele ser a muerte, dotándoles incluso de espolones metálicos para causar el mayor daño al oponente, siendo un evidente caso de maltrato animal, sumamente brutal, cruel y devastador para las criaturas, donde tras el sufrimiento de los rivales reporta importantes cantidades de dinero a los entrenadores, propietarios y público que participa en las apuestas».
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