Muere un joven al resbalar y caer a la Cascada del Diablo

Un joven de 21 años vecino de Leganés, Madrid, perdió la vida en la tarde de este sábado en una de las zonas naturales más populares de la Vera, la Cascada del Diablo, en el término municipal de Villanueva, al resbalarse hacia atrás al pisar musgo, golpearse en la cabeza con una piedra y caer a una poza desde una altura considerable.

En ese momento estaba acompañado por su novia, con la que pasaba el fin de semana en la comarca verata con amigos de otras poblaciones.

El suceso ocurrió cerca de las tres y media de la tarde en uno de los márgenes de la carretera EX203, a un kilómetro de Villanueva de la Vera en dirección a Madrigal.

Al lugar del accidente acudieron sanitarios del Punto de Atención Continuada de Villanueva, agentes de la Guardia Civil y varias dotaciones de bomberos del SEPEI de Navalmoral de la Mata y Plasencia, que nada pudieron hacer por salvar su vida.

También se desplazó el alcalde de Villanueva, Antonio Caperote, que visiblemente consternado lamentaba lo ocurrido por cómo se había producido y por la edad del fallecido, además de agradecer las llamadas de autoridades provinciales y regionales interesándose por el accidente y mostrando su apoyo a familiares y vecinos.

Tres tragedias en una semana

La muerte del joven de 21 años es la tercera tragedia que vive Extremadura en solo una semana de la nueva normalidad. El pasado domingo, apenas unas horas después de que España dejara atrás el estado de alarma, Gonzalo y Jorge, dos adolescentes de 15 y 17 años respectivamente, perdían la vida ahogados en el canal de riego de Orellana.

Estaba a cuatro kilómetros de su pueblo Hernán Cortés (una pedanía del municipio pacense de Don Benito), que los despidió un día después en medio de la conmoción y el dolor.

La tristeza se sintió también fuera de Extremadura, en Canarias donde vivía Jorge, que era futbolista del equipo filial de Las Palmas. Precisamente, de este deporte también era un apasionado Gonzalo, cadete del Santa Amalia.

En la acequia en la que los dos jóvenes perdieron la vida no está permitido el baño, precisamente por la peligrosidad de los remolinos y las corrientes que se forman en el agua.