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Cultura

Artistas urbanos con licencia rural

Muro Crítico crea obras de arte callejeras en diez pueblos cacereños que invitan a reflexionar sobre problemas sociales

ÁNGELA MURILLO

Martes, 21 de junio 2016, 11:50

Grafiteros y artistas urbanos desembarcan en pueblos cacereños. Anodinas paredes se convierten en altavoz para la crítica social. Una invitación a reflexionar al más puro estilo Banksy, despojada del misterio que rodea al artista de fama mundial.

Se trata de Muro Crítico, un proyecto que llega a diez municipios con potentes murales cargados de mensajes ideados para perdurar. El consumismo ha sido el tema tratado en Talayuela; el envejecimiento activo, en Torremocha; la adicción tecnológica, en Arroyo de la Luz; el cambio climático, en Coria; el maltrato animal, en Serradilla; y la igualdad de oportunidades en La Moheda de Gata. Son obras de arte creadas bajo el patrocinio de Cultura Crítica, un programa de la Institución Cultural El Brocense de la Diputación de Cáceres. La idea es «acercar el arte urbano a los pueblos, poniendo en valor a los artistas de la región y partiendo de obras que, más allá de lo estético, aporten valores comprometidos con la sociedad». Quien habla en Jonatan Carranza, alias Sojo (Madrigalejo, 1980). Este arquitecto técnico y grabador es la cabeza visible del Colectivo Muro, un equipo de diez artistas con dilatada experiencia. El cerramiento de un parque, un silo, un edificio de usos sociales, la caseta de un depósito o la piscina municipal son algunos de los espacios cedidos por los ayuntamientos como lienzo creativo.

El pasado fin de semana le tocó el turno a La Moheda de Gata. Esta séptima entrega de Muro Crítico abordó la igualdad de oportunidades. Ben Tocha firmó el mural con ayuda de Jaikü y Pekolejo. La obra anterior se ejecutó en Serradilla y representa el maltrato animal a través del nacimiento, vida y muerte de un galgo. El diseñador gráfico y grabador Meta49 (Plasencia, 1983) eligió esta raza por ser una de las más maltratadas. También intervinieron Digo Diego y Chefo. Las brochas, pinceles y sprays se desplegarán en unos días en Baños de Montemayor (25-26 de junio), Guadalupe (2-3 de julio) y Cabrero (9-10 de julio).

Los habitantes están encantados con la decoración callejera. «Hay una expectativa previa ya que la mayoría ha oído hablar del arte urbano pero nunca ha visto de cerca un mural». Metidos en faena, «se quedan clavados como si estuvieran contemplando un espectáculo». Les llama la atención ver a tres artistas trabajando al unísono transformando un espacio enorme con una facilidad natural, manejando tan pronto una brocha como un pincel o un spray, subidos a un andamio para que poco a poco nazca el dibujo. «Cuando cada uno capta la idea que queremos transmitir, se produce una comunión y la obra pasa a ser también suya», asegura Jonatan.

Pero la presencia de los vecinos no se queda en una actitud pasiva y contemplativa. Para involucrarles, al comienzo del trabajo cada trío de artistas realiza un taller al que puede unirse quien lo desee. «Les damos oportunidad de pintar para que experimenten en primera persona el proceso y formen parte de una obra que quedará en su municipio».

De momento han sido Serradilla y Arroyo de la Luz los municipios que han logrado mayor implicación vecinal. «En este último pueblo abordamos el abuso de las nuevas tecnologías y contamos con un excelente grupo de chavales. Para nuestra sorpresa, y aunque el tema y la estética del mural era muy juvenil, los vecinos de la tercera edad fueron nuestro mejor público y captaron rápidamente la idea», explica el coordinador de Muro Crítico. Los vecinos pronunciaron muchas palabras de asentimiento al contemplar la idea de Yes 275 (Cáceres 1978). «Si es que es verdad. Mi nieto llega a casa y se pone con los cacharros estos con el dedito en la pantalla y no te dice ni 'mu'...».

Además de abordar temas globales, los artistas han intentado conectar con la realidad de cada pueblo. «En Aldeanueva de la Vera, donde existe un importante colectivo de jornaleros extranjeros, hemos hablado de inmigración». Sonbaty (Moraleja, 1980), autor de este mural, quería denunciar las políticas migratorias de Europa y «que la gente se parara frente a la obra a reflexionar». Siguiendo esta misma lógica, en Guadalupe se va a tratar el encuentro entre las diferentes religiones.

El de Torremocha ha sido por ahora el mural más grande. Con el envejecimiento activo como fuente de inspiración, Digo Diego, Meta49, Yes275 y Sojo nos invitan a disfrutar de un viaje en tándem con los mayores como protagonistas. En esta obra fue necesario sumar un cuarto artista al equipo para poder abarcarla en un fin de semana.

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