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Cooperación

La cooperación cae en picado

El dinero que dedica actualmente la Junta para ayudar a países pobres es una tercera parte del que gastaba hace cinco años

J. LÓPEZ-LAGO

Domingo, 10 de julio 2016, 16:24

De la educación y la sanidad se dice que han sido los sectores más sensibles a los recortes. Pero existe un rincón de cada presupuesto regional, el de cooperación exterior, que en apenas seis años ha reducido sus partidas a la tercera parte.

La ayuda al sur, a los países menos desarrollados, a la gente pobre de otros países por simplificarlo con una expresión libre de eufemismos, baja en picado. En 2012 representaba el 0,30% del presupuesto autonómico y en la actualidad supone el 0,19%. Si entre 2010 y 2012 la Junta de Extremadura destinaba entre 15,8 y 13,8 millones de euros cada año, el ejercicio siguiente, el de 2013, la cifra se redujo casi a la mitad, 7,8 millones. Este año el Plan Anual de la Cooperación Exterior, según recoge el Diario Oficial de Extremadura, tiene asignados 5,7 millones de euros.

Esta tendencia a la baja en las cifras es uno de los factores que ha hecho desaparecer decenas de oenegés que operaban en la región, incapaces de mantenerse con fondos propios que aportan sus socios pues lo habitual es que estas organizaciones sigan con vida en tanto en cuanto estén desarrollando un proyecto.

Los recortes que han ido aplicando los gobiernos en los últimos años están detrás de este descenso paulatino del dinero para ayuda exterior, explica la voluntaria María Victoria López, en Medicus Mundi desde 1995, quien desde su oficina en Don Benito lamenta la situación actual al compararla con la de hace una década. «En los últimos años ha habido cierres de proyectos y no ejecución de algunos iniciados que han quedado abandonados a su suerte».

Víctor Valero, tesorero de la Coordinadora Extremeña de Oenegés (Congdex), que tiene 44 asociaciones afiliadas, también habla de un retraso continuado en la gestión y tramitación de expedientes. «Esto ha provocado enormes atrasos en el cumplimiento de las obligaciones de pago con las oenegés, que no suelen tener dinero para adelantarlo en los países donde están realizando algún trabajo de cooperación», dice este economista que trabaja como profesor en la Universidad de Extremadura.

Según ejemplos que pone de su oenegé, Ongawa (antes conocida como Ingeniería sin Fronteras), está ocurriendo en países como Mozambique, por citar uno donde opera esta oenegé, en que no pueden dotar de electricidad un centro de salud que han construido porque no queda dinero para licitar este servicio. «O que no funcionan todos los pozos o letrinas que se han instalado porque se retrasan los pagos y si no tienes fondos propios hay que parar la obra. Y la mayoría de oenegés no tienen fondos propios».

Según los cálculos de la Coordinadora Extremeña de Oenegés, los retrasos en los pagos por proyectos que ya están en ejecución que acumula la administración extremeña superan actualmente los cuatro millones y medio de euros.

Valero reconoce que el discurso de que primero deben ser atendidos los compatriotas y después la gente de otros países ha cobrado más presencia con la crisis. «Pero en mi opinión ese razonamiento no se ha impuesto. De hecho, según el Observatorio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la cooperación internacional es una de las cosas que más valoran los españoles. Mi queja es que el recorte en cooperación haya sido mucho mayor que en otras políticas sociales».

El dinero que reciben los cooperantes suele proceder de varias vías: del Estado a través principalmente de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación; el de Hacienda y Administraciones Públicas; y el de Economía; de los ayuntamientos, en ocasiones de las universidades y de las administraciones autonómicas. En el periodo de 2011-2015 la aportación de los ministerios ha bajado el 56,4%, (fue de 1.595 millones el año pasado), según los datos de la Congde. En el caso de la cooperación autonómica y local (192 millones en 2015 en toda España) el descenso ha sido del 67,8% en estos cuatro años. Las universidades españolas aportan el 9% menos del dinero que destinan las universidades del país a cooperación exterior (9 millones).

Casi nadie llega al 0,7%

En la comunidad autónoma la Junta de Extremadura analiza y canaliza las ayudas destinadas a los países menos favorecidos a través de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid), que existe desde 2008, si bien la Junta dedica dinero a determinadas acciones solidarias fuera de España de manera oficial desde 1995, coincidiendo con la aparición del movimiento 0,7. Como se sabe, esta cifra representa un porcentaje del Producto Interior Bruto de los países que muchas oenegés reivindican que sea destinado a otros países más necesitados. España dedicaba en 2011 el 0,4 y en la actualidad dedica el 0,17.

Valga como referencia que solo cuatro estados miembros de la Unión europea superan este umbral del 0,7% de la renta nacional bruta para ayuda oficial al desarrollo (AOD) y son Dinamarca, Luxemburgo, el Reino Unido por primera vez y Suecia. Dinamarca pretende llegar al 1 % que Luxemburgo y Suecia ya alcanzaron en 2013.

Ángel Calle es director de Aexcid nombrado por el gobierno de Vara en 2015. Su valoración sobre este descenso se basa en atribuirlo a una política de recortes que instauró el PP de José Antonio Monago cuando llegó a la Junta en 2011. «Ha habido un ataque ideológico con consecuencias muy duras. A nivel nacional llegando a reducción de 82% y en nuestra región, bajo gobierno de Monago casi un 40%. Las consecuencias han sido gravísimas, para las ONG de cooperación, para la proyección de la solidaridad extremeña, y desde luego para la calidad de esta política que de ser referente en España ha quedado delegada a puestos de cola».

Este diario contactó con el PP para que diera su versión. Según fuentes de este partido, el gobierno de Monago fue el segundo que más presupuestos a cooperación al desarrollo destinó en España.

Y añade que los presupuestos destinados a cooperación internacional durante el mandato de Monago se ajustaron fundamentalmente en las partidas destinadas a gasto en la gestión. Además, señala que en las cuentas actuales la Junta no ha aumentado el presupuesto, «lo ha mantenido como estaba, por lo que se debe entender que las partidas están suficientemente dotadas tal y como como lo hacía el gobierno anterior», afirma el PP.

10,15 euros por extremeño

Según la propuesta de la Coordinadora Extremeña de Oenegés, publicada en su último informe en marzo de este año, es posible volver a la senda de crecimiento que se había venido registrando hasta 2012, cuando el volumen de ayudas cayó en picado, con el fin de alcanzar algún día el 0,7%, aunque no precisa en qué plazo. Para ello sería necesario aumentar en un millón de euros el presupuesto de ayuda exterior en cada ejercicio. Esto significaría, de este año al siguiente, que cada residente en Extremadura pasara de aportar 9,23 euros al año a 10,15 euros.

Pero aumentar el dinero de los presupuestos no es la única solución. Las cifras que recogen tanto los informes anuales de la Aexcid, como las leyes de presupuestos son dispares, pues unas recogen el dinero que también consume la agencia para mantener su estructura y empleados, y otras tablas incluyen el dinero necesario para hacer frente a pagos atrasados de proyectos que ya fueron aprobados y están en marcha, por lo que en realidad el dinero disponible es menor. Incluso la cifra final es cambiante pues las partidas de los presupuestos se modifican a lo largo del año, avisa Víctor Valero, que echa de menos más transparencia en estas cuentas.

En cualquier caso, resulta incontestable que al observar las cifras un año detrás de otro la conclusión es que cada vez se destina menos dinero a otros países para acciones de desarrollo. Pero lo más preocupante, prosigue Valero, es que del dinero que se aparta cada año a través de los presupuestos nunca se ejecuta el cien por cien. Es complicado averiguarlo, dice, pero analizando las Cuentas Anuales aprobadas por la Intervención General de la Junta de Extremadura, la coordinadora de Oenegés ha observado que en 2011, 2013 y 2014, no se superó el 8% de ejecución. Pero lo alarmante prosigue Valero fue el año 2012, cuando hubo un presupuesto disponible de 14,7 millones de euros y solo se gastaron 4,7 millones, el 34%, un desajuste que provocó preguntas parlamentarias para tratar de averiguar qué estaba pasando con el dinero comprometido con otros países necesitados.

Según Valero, este desfase ocurrió porque las convocatorias de proyectos tardaron mucho en publicarse, en diciembre, lo que impidió presentar la documentación a tiempo y el dinero fue a para pagar una deuda que el ejecutivo extremeño, en aquella época presidido por José antonio Monago, trataba de contener. En opinión de Valero, «aquella manera de actuar fue otro recorte encubierto».

Federico Gerona Plá tiene 30 años y regresó el pasado 15 de junio a Badajoz después de dos años en Manaos (Brasil). Al principio se dedicó a defender los derechos que tienen los indígenas sobre su territorio gracias a una ley que los estados federales de Brasil tratan de violar y que deben vigilar que se cumpla organizaciones internacionales. En el último año se dedicó a labores administrativas regularizando la llegada de haitianos afectados por el terremoto de 2010.

Este último viaje lo hizo junto a su novia y como voluntario de Entreculturas, una oenegé jesuita. «Ellos me pagan el seguro médico, yo me pago el viaje y la organización del país se encarga de mi estancia», explicaba este joven de Badajoz, que empezó a participar en viajes solidarios cuando tenía 18 años. Ha estado un mes en Kenia, una semana en Sierra Leona y cuatro veranos en Angola con diferentes organizaciones. Él es físico de formación y cuando está en Extremadura trabaja con Ongawa.

Según ha observado Gerona en todos estos años, en muchos países sigue habiendo necesidad de voluntarios extranjeros, la presión internacional sirve de mucho gracias a la presencia de organizaciones extranjeras, cada vez hay menos dinero de los países del norte para ayudar en el sur, y en el caso de Extremadura se ha vuelto muy complicado que aprueben proyectos desde hace unos años. «En la anterior legislatura de Vara sí había bastante apoyo a la cooperación exterior porque se creía en ella. Presentabas un proyecto y si tenía un error el técnico te ayudaba a corregirlo. Pero después presentabas esa misma documentación para continuar con el mismo proyecto y directamente te decían que no se aprobaba, aunque los requisitos fueran los mismos que antes. Compañeros míos que trabajaban en oenegés han dejado de trabajar, ya que las organizaciones cuando empiezan a recibir menos dinero lo primero que hacen es reducir costes eliminando a la gente que trabaja desde el norte. Al final salen menos proyectos y esto a quien perjudica es al sur».

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