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Sociedad

Las renuncias a recibir herencias se cuadruplican desde el inicio de la crisis

Las deudas que haya que asumir explican este gran incremento, aunque los notarios señalan que se puede usar la aceptación a beneficio de inventario

CELESTINO J. VINAGRE

Domingo, 10 de julio 2016, 16:27

Cada vez son más los extremeños que reniegan de herencias. Que rehúsan recibirlas. Desde 2008, fecha del inicio de la gran crisis, se ha multiplicado por cuatro el número de residentes en la comunidad autónoma que no han querido recibir el patrimonio de un familiar cuando este ha fallecido. Si hace ocho años en Extremadura solo 180 ciudadanos dijeron no a esa posibilidad, a cierre del año pasado los que la rechazaron fueron ya 756. Porcentualmente, un 320%. Y no hay previsiones a corto plazo, resaltan los notarios, que baje esa cifra.

Los fedatarios públicos argumentan que la explicación económica no se quiere asumir la parte negativa, en forma de deudas o cargas, que pueda arrastrar una herencia se asume de forma general para entender esta estadística, pero subrayan que desde el año pasado hay una alternativa más que interesante antes de decir no directamente a una herencia: la aceptación de la herencia a beneficio de inventario.

«El porcentaje de aumento de renuncias llama la atención pero realmente no sorprende. El ciudadano que tiene duda sobre si una herencia realmente es buena o mala cada vez más la rechaza. Eso es así», resume Ángela Villanueva, decana del Colegio Notarial de Extremadura.

«Las deudas echan para atrás. Eso es evidente especialmente en este periodo de crisis porque además quienes podrían aceptar las herencias tampoco tienen una situación singularmente boyante siquiera para asumir parte de deudas o de impuestos que conllevan aceptar cuando se hereda, por ejemplo, una vivienda o una finca», añade José Pascual Díaz Serrano, notario que ejerce en Mérida.

Los datos oficiales del Consejo General del Notariado revelan una evolución continua a la negativa a recibir herencias desde 2007 en Extremadura. Esa renuncia se debe realizar siempre en escritura pública.

Villanueva recomienda como norma general que, antes de tomar una decisión definitiva, se acuda a una notaría para recibir asesoramiento grautito. Allí se dará información de la normativa fiscal vigente «y echar números para ver si compensa o no quedarse con la herencia».

En el año 2007, solo 218 personas optaron por esa medida. Un año después, en 2008, aunque ya se empezaron a vislumbrar los efectos de la gran depresión económica, sin embargo fueron menos, 180.

Pero a partir de ahí, los siete años siguientes, siempre se ha detectado el mismo comportamiento. Desde entonces son cada vez más los extremeños que han rehusado recibir patrimonio de un familiar.

Por concretar. En 2009 fueron 199 personas;en 2010, 235; alcanzaron la cifra de 311 en 2011; 401 en 2012;519 en 2013; 645 en 2014 y los ya conocidos 756 en 2015. En el primer trimestre de 2016 son 172 las renuncias, cinco más que entre enero y marzo de 2015.

Frente a la disyuntiva de aceptar o renunciar una herencia, con lo que eso tenga de bueno o de mala, la decana del Colegio de Notarios en Extremadura enfatiza que hay una tercera vía que un cambio legal desde 2015 la hace más interesante. Es la aceptación de la herencia a beneficio de inventario.

En este caso, el heredero sólo responderá de las deudas con lo que herede, y nunca con su propio patrimonio. Es decir, el heredero no tendrá que hacer frente a las deudas con sus bienes particulares.

«Es una figura que siempre ha estado ahí pero que está siendo vista cada vez más como una alternativa, y no como una mera posibilidad aislada en el Código Civil carente de aplicación práctica», introduce Ángela Villanueva. Antes del cambio de 2015, a los que se quisieran acoger a ella «se les obligaba a acudir a un juzgado, en el que los tiempos y costes se hacían interminables.Ahora hemos pasado a una normativa en la que la intervención del notario aporta agilidad y rapidez».

El impuesto de sucesiones y donaciones es el que se aplica a los contribuyentes que aceptan herencias. Este impuesto está cedido a las comunidades autónomas, por lo que se aplica de forma diversa. En 2014 la Junta de Extremadura ingresó 45,95 millones por sucesiones y 2,79 por donaciones. La recaudación en 2015, con datos aún provisionales, fue de 34,7 millones por el primer tipo y de 2,07 por el segundo.

La bonificación de hasta un 99% (esto es, casi sin gravamen) motivó esa caída recaudatoria para las arcas de la Administración extremeña. Este impuesto se quiere cambiar para el próximo ejercicio.

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