Los jóvenes que viajaron en los bajos de un autobús se habían fugado de un centro de menores

Resulta difícil de creer que en el hueco hacia donde indica la mano en la fotografía que ilustra esta información, situado en los bajos de un autobús, pueda viajar una persona. Pero es cierto. Porque no fueron uno, sino dos los menores que recorrieron dentro de ese pequeño habitáculo los 220 kilómetros que separan Badajoz de Navalmoral, soportando unas temperaturas altísimas, peligrosas para la salud.

Ocurrió en la tarde del sábado, cuando una de las usuarias de la estación de autobuses vio, sorprendida, unas piernas cerca de las ruedas, en los bajos de un autobús de la compañía Avanza que realizaba la línea entre Lisboa y Madrid, comunicándoselo al personal de la misma.

Ni el conductor ni el taquillero lo creyeron en un primer momento, precisamente por eso, por considerar imposible que en un espacio tan reducido, entre el motor y el maletero, pudiera entrar una persona. Pero para su sorpresa allí estaban dos menores de origen marroquí, de unos 15 o 16 años, según testigos presenciales. De inmediato llamaron a la Policía Local y a la Guardia Civil, que se hizo cargo de los jóvenes.

Aturdidos y llenos de grasa

Los adolescentes se encontraban, a simple vista, en buen estado, aunque lógicamente aturdidos y llenos de grasa y suciedad, siendo trasladados al centro de menores de Plasencia.

Según confirmaron a HOY desde la consejería de Sanidad y Políticas Sociales, procedían del centro de menores San Juan Bautista, de Badajoz, de donde se habían escapado, estando ya de nuevo bajo la tutela de la administración regional. De hecho se nos aseguró también que se habían activado los protocolos, avisando a las fuerzas de seguridad, cuando se percataron de su ausencia.

En el momento de encontrar a los jóvenes parece que uno de ellos comentó que les acompañaba un tercero, que no soportó las altas temperaturas y decidió bajarse en Mérida, aunque no está confirmado. De ser cierto, no pertenecía al centro de menores pacense.