Luis Miguel Martín
Lunes, 23 de abril 2018, 00:01
Los uniformes militares volvieron al recinto de más de 750 hectáreas de Las Herencias en Toledo. El evento que congregó a decenas de aficionados al airsoft para disputar el pasado 13, 14 y 15 de abril este juego de simulación militar.
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Dos representantes de la asociación Talayuela Force, Jaime Arroyo y Cinthia García, formaron parte en este juego de guerra, pertrechados de uniformes militares, sus réplicas de armas y protecciones en un evento que se desarrolló también en el interior de la localidad toledada.
En el airsoft existen varios tipos de juego, como capturar una bandera, defender una zona o activar una bomba. También hay simulaciones militares y recreaciones históricas.
Hablamos con Jaime Arroyo para conocer de primera mano cómo es un torneo de este tipo. Comenzamos el viernes sobre las 11 de la noche. Nuestra primera misión consistió en la protección de nuestros misiles en la zona de la población, donde tuvimos un tiroteo con el bando rebelde, el cual repelimos el ataque de varios equipos.
Seguidamente nos mandaron de vuelta a la base después de 4 horas para hacer perímetro en la entrada hasta las 8 de la mañana. Más tarde se nos encomendó la misión de rescatar a uno de nuestros pilotos derribado por un antiaéreo y recuperar la caja negra del avión. Tras patear 12 kilómetros de terreno casi inaccesible los rebeldes nos tomaron ventaja y secuestraron a nuestro piloto y cogieron la información de la caja negra.
De vuelta en el campamento nos tocó hacer el rol de ONU, que consistía en hacer rondas por los bares pidiendo los permisos a los jugadores y registrando cargadores a los efectivos que encontrábamos. A continuación fuimos al campamento enemigo para buscar armas nucleares ilegales y confiscarlas. Y para despedir la noche, tuvimos un ataque a la base.
Por último, el sábado a las 12 salimos para realizar la última misión y la más importante. Éramos la protección del comandante y tuvimos que repeler varios ataques que tenían como objetivo delimitarle. Tras varios intentos de desactivar la bomba enemiga plantada en nuestro check point por parte de varias escuadras de nuestro bando, cuatro efectivos de nuestra escuadra lideramos el asalto y lo tomamos.
Para nosotros fue una experiencia increíble el poder participar en una de las mejores batallas simuladas de España en el mundo del airsoft.
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