Proyecto Huella hace un llamamiento a la adopción

El Refugio de Animales de Proyecto Huella Valle del Tiétar ha decidido atender solo los casos más urgentes y graves ante la imposibilidad de reunir a más mascotas abandonadas en las instalaciones. Desde la directiva de la Asociación, explicaban que en las últimas semanas ha aumentado el número de perros que han tenido que acoger.

En los últimos días, se han producido varias adopciones. Micky y Minnie ya han encontrado a su familia, que los han recibido con mucho cariño. Seguiremos luchando para que no haya ningún perro más sin una familia que los haga feliz, señalaban desde la organización. Otro ejemplo ha sido Curro, un cachorro de doberman de cuatro meses, que es un claro ejemplo de que hay gente que adquiere perros como un juguete, se aburren y lo abandonan.

No obstante, el espacio es limitado y han llegado a un punto en el que hay demasiados perros en las instalaciones, están saturadas. Nuestra idea es hacer un llamamiento a la adopción para buscar casas de acogida para nuestros animales. Porque hay algunos que llevan bastante tiempo y es un sitio de transición, no pueden quedarse de forma permanente.

Entre los perros que tiene Proyecto Huella podemos encontrar a Niebla. Quizás es uno de los animales más veteranos y de estar allí tanto tiempo está generando mucha ansiedad. Luego está Circo, que es el que más tiempo lleva, es un yorkshire que nos lo encontramos con una pata mal. Resultó que tenía dañado un tendón y no siente nada en esa pata pero eso no le impide correr. Y por último, tenemos a Rey, una mezcla de un teckel muy juguetón. No podemos acoger más animales porque las instalaciones no lo permiten y es una pena. Tristemente el verano suele ser una época de abandono más que de adopción y todas aquellas personas que tenemos animales tenemos que concienciarnos de que no son juguetes que puedes y usar y deshacerte de ellos.

Proyecto Huella Valle del Tiétar cuenta en estos momentos con voluntarios principalmente de Talayuela y Navalmoral, aunque también hay voluntarios de otras poblaciones de la zona. Entre ellos se van turnando para cuidar de los perros y sacarles un rato para que no estén todo el día encerrados, pero sobre todo para ayudar a buscar una casa de acogida.