

César A. González/MAM
Domingo, 18 de mayo 2025, 17:55
Alrededor de 300 personas viven en estos momentos en la finca La Barquilla, en el término municipal de Talayuela, en «condiciones deplorables. Apenas hay calles pavimentadas, lo que provoca que cuando llueve el poblado se convierte en un auténtico lodazal. Las aguas fecales se vierten directamente a un arroyo cercano, a escasos metros de las viviendas, con el consiguiente peligro higiénico-sanitario para sus vecinos, en especial para los más pequeños».
Así de dura es la situación que se detalla en las alegaciones que ha presentado la asociación de vecinos de Talayuela para tratar de sacar a La Barquilla de la zona ZEPA 'Río y pinares del Tiétar', ya que, en su opinión, ahora mismo prima la protección de las aves por encima del bienestar de las personas que lo habitan. Un centenar de ellas niños y niñas que, además, tienen que desplazarse en autobús a colegios e institutos de la zona por unas vías con abundantes baches al no disponer el núcleo de población de un centro educativo.
Según explican, el poblado de la finca de la Barquilla está compuesto por 80 viviendas construidas entre los años 1958 y 1971. En un principio eran propiedad de la familia Falcó Fernández de Córdoba, dueña, a su vez, de una gran finca agrícola colindante. En enero de 1987, los hermanos Fernando y Carlos Falcó vendieron las viviendas, siendo los nuevos propietarios, en su mayoría, trabajadores de las fincas cercanas.
Cada uno de los dueños tiene una parte del proindiviso de las zonas comunes del poblado, que ocupa más de 30.000 metros cuadrados, mientras que las viviendas tienen su propia referencia catastral, están inscritas en el Registro de la Propiedad, tienen Cédula de Habitabilidad y cuentan con escrituras notariales.
«Se da la circunstancia de que la mayoría de sus habitantes en la actualidad son pobres e inmigrantes, que no cuentan con los suficientes recursos económicos para afrontar una mejora en la calidad de vida comunitaria del poblado», afirman.
Para tratar de revertir la situación existente, representantes de la asociación de vecinos se reunieron en agosto del año pasado con técnicos del Servicio de Ordenación del Territorio de la Junta de Extremadura.
De suelo rústico a urbano
Una vez comprobada toda la documentación relativa al posible cambio de denominación urbanística del poblado -pasando de suelo rústico a suelo urbano-, se pudo comprobar que el mayor impedimento para conseguir dicho objetivo es que el poblado forma parte de la ZEPA 'Río y Pinares del Tiétar'.
Ahí recuerdan que la sentencia 134/2019, de 13 de noviembre, dictó fallo sobre el caso del complejo de la Isla de Valdecañas, creando jurisprudencia y prohibiendo los cambios urbanísticos en terrenos protegidos medioambientalmente, como es el caso del poblado.
«Por todo esto se hace imprescindible que el núcleo de población salga de la zona protegida medioambientalmente para poder pasar a formar parte del casco urbano de Talayuela con todas las garantías legales, una vez que se apruebe en pleno«, afirman, para terminar.
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