efe
Martes, 15 de septiembre 2020, 18:15
La organización SEO/BirdLife ha pedido a la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad que no permita nuevos aprovechamientos en las zonas afectadas por el incendio registrado en las comarcas cacereñas de La Vera y el Jerte, que asuma los objetivos de conservación de este espacio de la Red Natura 2000 y que establezca los programas de restauración de los hábitats naturales afectados.
SEO/BirdLife ha explicado que las zonas quemadas son hábitats de alto valor ecológico, especialmente de matorrales de montaña, que ya se vieron afectadas por un incendio provocado en 2016.
«En esta ocasión, el fuego ha quemado casi cuatro veces más superficie, saltando la vertiente de la sierra y penetrando en la comarca de La Vera, donde ha hecho cenizas miles de hectáreas de bosques de robles llegando a unos 700-800 metros del Monasterio de Yuste», ha indicado la organización ecologista en una nota.
Según los datos que ha recopilado SEO/BirdLife, la afección ha sido «muy grave» debido a la calidad y extensión de los hábitats naturales destruidos por el incendio.
Además, de las 1.400 hectáreas de robledales, el principal daño se ha producido en hábitats de montaña, en especial matorrales propios de estas altitudes como piornales y enebrales, muy escasos en Extremadura y que pueden haber desaparecido casi un 10% de su superficie total en la región.
También se han visto afectados otros hábitats aún más escasos, como turberas, y rodales relictos de especies forestales muy raras en Extremadura, como abedules y tejos.
Estos hábitats son los últimos refugios de las aves de alta montaña de Extremadura, que han sido muy afectadas en cuanto a sus territorios.
«Las aves pueden volar y salvarse del fuego, pero si los hábitats que necesitan para vivir desaparecen, ellas también lo harán en pocos años, tal es el caso de aves como el roquero rojo, el escribano hortelano o el pechiazul», ha afirmado el delegado de SEO/BirdLife en Extremadura, Marcelino Cardalliaguet.
Respecto a los bosques de robles destruidos por el incendio, la ONG ha destacado que incluyen algunas zonas de bosques maduros con presencia de valiosas especies de murciélagos forestales amenazados y de varias aves también muy escasas en la región, como el abejero europeo o el colirrojo real.
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