

JUAN SORIANO
Viernes, 23 de octubre 2020, 19:00
Extremadura pide al Gobierno que decrete el estado de alarma en la comunidad para poder acordar el toque de queda de 0.00 a 6.00 horas. El Ejecutivo autonómico, reunido esta tarde de forma extraordinaria, ha decidido trasladar esa petición con el objetivo de atajar los contagios de covid-19. Hoy se ha registrado pico de contagios diarios de toda la pandemia, con 441 casos.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fenández Vara, ha señalado que «no tenemos suficiente base para seguir tomando medidas que restrinjan la movilidad», que son las que se han adoptado en las últimas semanas y que han llevado al confinamiento perimetral de localidades como Almendralejo.
El mandatario extremeño ha agradecido el apoyo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, pero estima que es necesario contar con una seguridad jurídica que, en su opinión, solo puede conceder el estado de alarma. Solo así se podría dar pie a medidas más drásticas, que en la región pasaría por la limitación de la movilidad entre las 0.00 y las 6.00 horas.
«Esto no es para confinar a la ciudadanía, es para limitar la movilidad», ha expuesto. Aunque reconoce que la medida más adecuada sería volver al confinamiento más estricto, ha añadido que todo el mundo entiende que no es posible, ya que «no hay salud sin economía». Fernández Vara ha agradecido el apoyo mostrado por los agentes sociales y los grupos parlamentarios, a los que ha informado de su decisión.
El vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha añadido que la Junta quiere aplicar la reducción de movilidad en horario nocturno «cuanto antes». Para eso, espera que Pedro Sánchez, ante las peticiones de las comunidades autónomas, convoque este mismo fin de semana un consejo de ministros extraordinario del que salga un real decreto con la declaración del estado de alarma. El siguiente paso sería la publicación de la medida en la comunidad. De esa forma, si el Gobierno toma mañana esa decisión, la Junta de Extremadura podría implantar el toque de queda a partir de la medianoche del sábado.
Vergeles ha indicado que los servicios jurídicos están trabajando en la elaboración de la norma autonómica, que dejaría fuera a sectores esenciales, como los centros sanitarios y las gasolineras. Para el consejero, la reducción de la movilidad nocturna permitiría actuar sobre el que está considerado el principal foco de contagios, el ocio nocturno no controlado. Asimismo, y ante la previsible llegada del frío, serviría para combatir las reuniones de personas en el interior. Por último, destaca que la medida va en consonancia con la que pretenden aplicar otras comunidades autónomas.
En cuanto a los inconvenientes, ha reconocido que el más perjudicado sería el ocio nocturno. Pero como actualmente tiene que cerrar a la 1.00, el toque de queda solo supondría un perjuicio de una hora más. Según ha indicado, se está negociando la medida con los agentes sociales.
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